Por Nahuel Merino
“Internet es un milagro”, dijo Homero Simpson en un episodio. La frase parece ser más certera a medida que transcurre el tiempo. ¿Quién imaginaría que se iba a poder vender hierbas con efectos psicodélicos en la web?. Un visionario, llamado Javier Oscar Pérez.
“Internet es un milagro”, dijo Homero Simpson en un episodio. La frase parece ser más certera a medida que transcurre el tiempo. ¿Quién imaginaría que se iba a poder vender hierbas con efectos psicodélicos en la web?. Un visionario, llamado Javier Oscar Pérez.
Javier es el dueño de Cahuinadencul –significa fiesta con hierbas hermosas, en mapuche-, una empresa dedicada desde hace cuatro años a la venta de productos etnobotánicos. A través de su sitio web ofrecen hierbas de pueblos originarios, desde yerba mate, hasta la salvia divynorum, que viene cobrando fama en los últimos años, y en 2007, según Pérez, se quintuplicó su venta. Todas las plantas, semillas y extractos que vende , están contempladas en el marco jurídico argentino como legales de poseer y cultivar.
En la ciudad de Olavarría, se encuentra el vivero en dónde las drogas son cultivadas. Muchas de las plantas, son compradas por Cahuinadencul a otras personas del exterior.
Si alguien dentro de los límites argentinos desea comprar los productos, tendrá que realizar el pedido en el sitio web, y luego esperar la confirmación de la compra a través de correo electrónico. El envío, si es por encomienda, se realiza entre 24 y 72 horas aunque puede llegar a tardar entre 2 y 10 días. La recarga depende de los gramos que pueda pesar el paquete –entre cien y cuatrocientos gramos-.
Javier sólo envía el pedido, cuando haya recibido el dinero, y descarta la opción de contrarreembolso, por peleas con el Correo Argentino, que “no pagaba una buena cantidad de los envíos que cobraba” .
Las exportaciones que realiza Cahuinadencul se dirigen mayormente a Brasil, Chile, México, Venezuela y España, pero los pedidos se pueden hacer desde cualquier lugar del mundo.
En el sitio, no pueden dar información acerca de cómo consumir los productos, ni vender semillas de cannabis u otras drogas ilegales, y para poder comprar, hay que ser mayor de 18 años.
Además de hierbas, se venden semillas y extractos concentrados de las plantas –que no son realizados por la empresa-. Los precios de los productos, arrancan desde los 10 pesos, y en el caso de un extracto de salvia divynorum, que es un gramo concentrado de lo que serían 25 gramos de hojas, los precios suben hasta los 135 pesos.
Las leyes de oferta y demanda lograron que el precio de la salvia suba, ya que el consumo aumentó cinco veces más, debido al cultivo accesible y por los fuertes efectos psicodélicos que producen en la mente. Todos los días llegan encargos, lo que hace que con el tiempo no haya stock de algunos productos, para que la empresa de Pérez pueda conservar y cuidar las plantas, sobretodo en las épocas del año en que la hierba puede crecer correctamente por el clima.
En medio de un avance del Gobierno en busca de la legalización de las drogas, desde hace cuatro años que existe otra opción como Cahuinadencul para la gente que desee usar hierbas, ya sea como cultivo o uso personal, aunque Pérez desaliente desde la página, el consumo individual, agregando que puede ser “altamente tóxico”. La idea, que hace cinco años parecería rebuscada e imposible, hoy triunfa en el marco de la legalidad.
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